Medea (Kirsten Olesen) es repudiada por Jason (Udo Kier)
que se va a casar con Glauce (la hija del rey Creonte). Jason tiene dos hijos
con Medea quien tiempo atrás había ayudado a Jason en su expedición a
conquistar el vellocino de oro.
Lars Von Trier trabaja sobre un guion de Dreyer (con su propia interpretación de la
tragedia griega de Eurípides) que nunca llegó a rodar, así que esta película es
el propio homenaje de director a Dreyer en una producción directamente para la
televisión danesa.
Trier sitúa la acción en la edad media de las tierras escandinavas, lo que nos
acerca un poco más en el tiempo la obra de Eurípides.
Esta “Medea” se condensa en sólo 76 minutos de metraje, lo que hace que la
película no sea para nada pesada. Lo bueno si breve…
Lo primero que llama la atención de esta película de Lars
Von Trier, es la imagen. Una fotografía tirando al sepia llena de
grano que le da un toque antiguo y cierta sensación de irrealidad (que
personalmente me gusta bastante).
Las primeras escenas de a película con una Medea tumbada
en la orilla del mar agarrando con fuerza la arena ya nos pone en alerta de que
lo que vamos a ver es de una gran fuerza visual y pasional.
El desgarro y la tristeza inicial de Medea se transforman en fuerza vital a
través del agua. Los elementos naturales tienen un papel muy importante en esta
película, sobretodo el agua y el viento.
En los siguientes minutos de la película, se fragua el
casamiento de Jason con Glauce. La primera noche la pasan juntos, pero no
revueltos, se interpone entre ellos el
que Medea todavía siga en su misma tierra. Esta interposición la simboliza Trier
a través de una especie de velos que
hace que Jason y Glauce se vean entre sombras chinescas pero sin llegar a
tocarse directamente. Me ha gustado mucho este simbolismo y las imágenes entre sombras y la luz del fuego me han parecido muy
bellas.
Al día siguiente el rey Creonte destierra a Medea y a sus hijos, sólo le da un
día más y deberá irse o morirá. Este encuentro tiene lugar en la Naturaleza,
entre agua y juncos, las imágenes se superponen y la densa niebla le da aspecto
de fábula a la escena. Se oyen susurros entre los juncos. Es una escena
bastante inquietante…fantasmagórica incluso.
En ese día “de gracia” que tiene Medea, la mujer, la madre, la esposa…trata de
recuperar a Jason , en esta parte la escena se desarrolla en la playa con
fuerte viento y algunas escenas con fotografía virada al rojo y al azul, que
supongo que significarán la rabia de Medea y su transformación interna hacia
la venganza, ya que Jason no accede (gracias a Medea es quien es ahora, pero
quiere más, desea poder a través de su matrimonio con la hija del rey).
Medea propone a Jason que los hijos de ambos se queden con él y para que
convenza a Glauce de que así sea, le da a
Jason su propia corona con las puntas envenenadas (Medea conoce las artes de la
magia) para que se la lleve a Glauce como regalo.
Hay una escena bastante impactante en la película: al bajar Jason del caballo
en el castillo, le roza con la corona llegando a pincharle…momentos después el
caballo escapa en una loca carrera hacia la playa donde cae y muere entre
estertores…es una escena dura de por sí y porque nos adelanta lo que le
sucederá a Glauce, que efectivamente se pincha con la corona y muere envenenada
(me hubiera gustado que se extendiera un pelín más en esto).
Mientras, Medea lleva a cabo su personal venganza hacia Jason que conlleva el
sacrificio más tremebundo que pueda hacer una madre: asesinar a sus propios
hijos.
Las escenas del sacrificio son para mí de una fuerza y belleza visual
tremendas: un gran campo de hierba movido por el viento y en medio de la nada
un árbol seco, enjuto…es como si fuera la cruz de Cristo preparada para el gran
sacrificio…Medea cuelga al pequeño, el mayor mira la escena y entiende su
significado, consuela a su madre y él mismo lleva a cabo su propio ahorcamiento
con la ayuda de su madre…(curiosamente hay más color y más luz en estas
imágenes que en el resto del film).
Una escena terrible, grotesca, los niños colgados de un árbol en medio de la
nada, porque eso es lo que queda luego: Nada.
Medea sacrifica a sus hijos antes de dejarlos con Jason al que también hiere en
lo más profundo…mata a su esposa y mata a sus hijos…no le queda ya…Nada.
En las escenas finales, Medea huye a su destierro en un barco y por fin deja su
pelo suelto al viento, llega la liberación para comenzar una nueva vida…(aunque su cara refleja la tristeza y tal vez, el remordimiento).
Y Jason, desesperado no hace más que cabalgar alrededor de ese árbol del que
cuelgan sus propios hijos, sin esperanza, sin salida. No hay sitio al que huir
para él, sólo el viento arropa su desesperación entre la hierba.
Me ha gustado mucho esta “Medea “de Lars Von Trier, visualmente muy interesante
y con una gran carga emocional entre los
personajes. No sobra nada, ni se extiende más de lo necesario. Una obra concisa
pero densa.
Me ha encantado el diseño del cartel de esta película en el que resulta
impactante esa “D” en forma de árbol con
los niños ahorcados. Ya sabemos desde un principio lo que va a pasar…da igual,
esto no lo hace, por esperado, menos desgarrador…al contrario, te sumerge desde
el comienzo en la gran tragedia de Medea…
Un 8 de Notable alto.
“Una vida humana es un viaje a la oscuridad donde sólo un
dios puede hallar el camino, porque lo que ningún hombre se atreve a imaginar,
Dios hace que suceda”
1 comentario:
Me parece una pelicula dura de ver,
pero si tengo la oportunidad te hare caso.
Un abrazo
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